COORDINACIÓN CON LAS FAMILIAS
Es importante que exista una coordinación familia-escuela
para que la intervención con un niño con TDAH sea toda en la misma línea. A la
familia se le hará partícipe desde el comienzo de todo el proceso de valoración y diagnóstico de TDAH. La figura
del orientador también es importante, no solo para elaborar el Informe Psicopedagógico y Dictámen de Escolarización, también tiene la función de asesoramiento a la familia y a
nosotros mismos en la intervención del alumno. A la familia también puede
informarle sobre asociaciones u organismos que puedan ser de ayuda en este
caso.
Una vez que el niño/a ha sido
diagnosticado con TDAH, es necesario
llevar a cabo una programación específica. En ella se establecerán el tipo de
adaptación que requiere, y si es necesario la intervención con él/ella de
especialistas de PT y AL.
El contacto con la familia es
necesario que sea de forma continuada. Podemos utilizar un DIARIO en el que
cada una de las partes anoten los datos establecidos previamente, en su caso,
por ejemplo: control de conductas, u otros que se consideren relevantes.
Es necesario conocer las conductas “que se deben modificar” y los
factores que las causan. Para ello se elaborará una TABLA DE CONTROL DE
CONDUCTAS.
Además se establecerán una
serie de actuaciones a llevar a cabo con el niño. Estas pueden ser: economía
de fichas, autoinstrucciones en la realización de diferentes tareas, no
solo escolares sino también en tareas en casa, anticipación de rutinas,…
Se realizarán REUNIONES
QUINCENALES para intercambiar opiniones y valorar la evolución. En estas
reuniones también se establecerán las pautas a seguir si se cambian o por el
contrario se continúan realizando.
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